En las ciudades centrales de Rusia surgieron, en los años setenta del siglo XIX, talleres especializados en la producción de juguetes de metal: en 1875, el taller de Deiseman en San Petersburgo, en 1881 la fábrica Leitke de Riga y en Moscú la pequeña factoría Kovyrshin. La gran demanda de juguetes metálicos contribuyó a la aparición de nuevos fabricantes. Ese fue el caso del negocio de Peter Talayev, situado en el pueblo de Astretsovo, al norte de Moscú, que en 1890 ya contaba con ocho empleados y se conocía como ‘Fábrica de Juguetes Mecánicos de Metal P. Talayev e Hijos’. Para 1905, sus juguetes habían obtenido varios galardones internacionales, como la medalla de oro de la Exposición Mundial de Lyon.
El negocio floreció y la variedad de su catálogo se hizo más diversa. Durante la Primera Guerra Mundial, el taller fabricó granadas, por lo que sus artesanos quedaron exentos de acudir a filas. Durante la Revolución Rusa, el negocio dejó de funcionar por completo y, tras ésta, ya con la denominación definitiva de ‘Fábrica de Juguetes Metálicos de Astretsovo’ (Астрецовская фабрика металлических игрушек), se asumió la producción de bienes de consumo, como lavabos o estufas, comisionados por la nueva Unión Soviética. En la Segunda Guerra Mundial, la fábrica se ocupó de producir botiquines hasta que los invasores nazis la destruyeron en 1941.
La Unión Soviética estimuló la producción masiva de miniaturas a escala 1/43 y fábricas como Radón o Agat comenzaron a producirlas desde 1971 en sus instalaciones situadas en la región de Saratov. En un par de años, la demanda de esta clase de productos fue tan intensa que las autoridades asignaron nuevas cuotas de producción a factorías que, fueran o no fabricantes de juguetes, se sirvieron de herrajes obsoletos adquiridos a fábricas italianas y francesas, como Politoys, Mebetoys, Mercury o Norev. De este periodo se conoce una única miniatura a escala 1/43 producida en zamac por la fábrica de juguetes de Astretsovo.
No se sabe durante cuánto tiempo se fabricó este modelo que se distribuía en el interior de una caja de cartón ilustrada, pero no debió ser mucho porque hoy en día existen pocas unidades supervivientes. Este modelo soviético no se sirvió directamente de herrajes adquiridos en Europa, sino que su diseño fue inédito, si bien inspirado en alguna de las abundante miniaturas occidentales equivalentes, como fueron las de Mercury, Mebetoys, Solido, Märklin, Norev, Dinky Toys, Joal, Dalia, Nacoral, Pilen o (muy probablemente) Corgi Toys. |
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