- El ingeniero André-Gustave Citroën nació en París en 1878. En el año 1900, recién graduado en la Politécnica, viajó a Polonia, de donde su familia era originaria, y allí descubrió un sistema de doble engranaje en espiga que se utilizaba para tallar ruedas de molino. Adquirió la patente y de vuelta a Francia montó su propia fábrica de engranajes en acero. En 1906 fue contratado como director general administrador en casa del fabricante de automóviles Mors, doblando su producción en menos de diez años. Fue durante esta etapa en Mors, en el año 1912, cuando Citroën visitó Estados Unidos para estudiar in situ las técnicas de producción, gestión y mercadotecnia desarrolladas por Henry Ford. Con la Primera Guerra Mundial, Citroën se alistó en 1914, alcanzando el rango de capitán. Convenció a las autoridades militares de la necesidad de construir una fábrica de armamento en la que se aplicará estrictamente el fordismo como método productivo y que se levantó en los descampados de la calle Javel de París. La ultramoderna fábrica llegó a fabricar 10.000 obuses al día, cifra inédita en la época. Tras la guerra, en 1919, André Citroën reconvirtió su fábrica de armamento en industria del automóvil en cuatro meses, absorbiendo al fabricante de automóviles Mors, y fundando Citroën con el emblema histórico de su espiga en doble V. El Citroën Type A fue el primer coche europeo producido en serie a razón de 30 por día y 20.000 al año desde 1920 (mayor que toda la producción Peugeot y Renault juntos). Fue el primer coche asequible de la historia en incorporar arranque y sistema de iluminación eléctricos. El precio de lanzamiento resultó excepcionalmente bajo para la época y el éxito fue descomunal. André Citroën resultó ser un genio absoluto del marketing. Creó un catálogo de piezas de repuesto y organizó una red de asistencia de mil establecimientos, ofreció servicios de revisión gratuita y garantía por un año, lanzó la venta a crédito, abrió filiales en otros países y creó empresas de taxis, organizó con auto-orugas la primera travesía por el Sahara en automóvil, hizo tirar varios coches desde un acantilado para demostrar su robustez, contrató aviones para que escribieran su nombre en el cielo, empezó a enviar correo postal directo a potenciales clientes y entre 1925 y 1934 pagó para que la torre Eiffel estuviera iluminada con 250.000 bombillas. El industrial, que afirmaba que las primeras palabras de un niño debían ser papá, mamá y Citroën, pronto se dio cuenta del potencial que tendrían las miniaturas de coches basadas en sus modelos como herramienta publicitaria a gran escala y, según queda constancia, fue el juguetero parisino Fernand Migault quien le sugirió tal idea.
- El padre de Fernand Migault, Albert, inció la producción de juguetes en 1878 en la Rue de la Roquette de París. Su hijo Fernand, gran aficionado a los automóviles, le sucedió en 1919. Impresionado por la actividad de Citroën, Migault le propuso al industrial la posibilidad de utilizar modelos a escala de sus automóviles como artículo promocional. Esto ocurrió en el transcurso de una entrevista a la que Fernand Migault acudió con una fabulosa maqueta del modelo B2 construida por su primo Marcel Gourdet. Citroën aceptó la propuesta y se estableció que cada lanzamiento de un modelo nuevo iría acompañado de la correspondiente miniatura y que sobre esta se harían la mayor cantidad de variantes posibles. En 1922 comenzó la actividad de Jouet André Citroën bajo la dirección de Fernand Migault, quien estableció su fábrica en Briare.
El primer Jouet Citroën, un modelo B2 a la escala 1/10, impresionó por su realismo extremo y su formidable fabricación, resultando ciertamente una miniatura exacta del modelo real, algo inédito en una época dominada por los modelos de chapa. Sólo el primer año de 1922 se vendieron 15.000 unidades que se distribuyeron tanto en las agencias Citroën como en grandes almacenes. La fábrica de Briare, que contaba inicialmente con siete empleados, tenía ya en 1927 doscientos trabajadores. En 1930 Migault fundó la Compagnie Industrielle du Jouet, que los coleccionistas conocemos más familiarmente como C.I.J. y cuya actividad se extendió durante casi cuarenta años más.
- En 1927 se tomó una importante decisión en Jouets André Citroën. La altísima calidad de sus productos a escalas que oscilaban entre 1/15 y 1/6 era proporcional a lo elevado del precio de venta. El plan de popularizar al máximo la marca pasaba por desarrollar nuevas miniaturas a un precio económico que pudieran ser asequibles a todos los niños, y cuyo tamaño sería menor. A mediados de los años 20 del siglo pasado, la compañía Dowst de Chicago revolucionó la fabricación de miniaturas de coches con su marca Tootsie Toys. Desarrolló innumerables patentes llamadas a establecer la base de las miniaturas modernas de metal inyectado a presión en moldes. Su distribución masiva en Europa acabó por imponer los nuevos sistemas de fabricación americanos que acabarían sustituyendo a las populares miniaturas de coches realizadas en chapa, yeso o celuloide. Empresas que siguieron esta estela fueron Marklïn en Alemania, Taylor and Barrett, Timpo Toys o Dinky Toys en Reino Unido o Autajon Roustan y Charles Domage en Francia. Fue esta última la contratada por Citroën para llevar a cabo en 1927 una serie a escala compatible con la actual 1/43 basada en el nuevo modelo B14.
- Charles Domage es un personaje clave de la historia del modelismo, aunque sobre él no han trascendido datos biográficos. A comienzos de los años veinte del siglo pasado abrió su fundición en París y pronto se dedicó a la producción de coches en miniatura en plomo. No fue un pionero en este sentido, dado que Simon & Rivollet llevaban haciendo modelos de inyección diecast desde 1912, ni inventó ninguna técnica novedosa, ya que empleó para sus coches la arquitectura patentada por Tootsietoy en Chicago, pero gracias a sus ingeniosas soluciones fue el primero en ofrecer en Europa una serie completa de modelos definidos y reconocibles, en los que se podía identificar las marcas de los vehículos reales tales como Renault, Chenard & Walker o Latil, diez años antes de que lo hicieran Dinky Toys o Märklin. Su buen hacer le valió contratos con los fabricantes franceses de automóviles para llevar a cabo miniaturas promocionales de sus modelos. Hay que admitir que las dudas que existen al respecto de la autoría de estos modelos son razonables, porque la arquitectura de estos B14 difiere del resto de los modelos CD en el uso de un capó independiente del resto de las piezas, aunque idéntico para todas las variantes. Como detalle adicional cabe destacar de las ruedas metálicas de los Citröen de Charles Domage iban decoradas con pintura.
- La ventaja consistía en que las miniaturas de este tamaño eran compatibles con los trenes a escala O y sus innumerables accesorios y que, por supuesto, cabían en un bolsillo.
- Las miniaturas se enviaban en paquetas de seis unidades a los concesionarios y tiendas especializadas.
- El éxito de las miniaturas de Charles Domage fue considerable, pero el Citroën B14 era un modelo de casi obsoleto y en 1928 llegó la hora de su sustitución con los nuevos C4 y C6. La recién nacida Compagnie Industrielle du Jouet de Fernand Migault se hizo cargo de la elaboración de las nuevas grandes miniaturas de metal, pero también asumió, a partir de 1929 (quizás 1930), la producción de los modelos pequeños. Para rebajar aún más los costes, desarrolló un nuevo material basado en el sistema de elaboración de las económicas miniaturas de bazar fabricadas en yeso y harina (“plâtre et farine” en francés). Los modelos eran creados con una cerámica que se introducía en un molde y luego se vaciaba. A continuación cada modelo se secaba, horneaba, barnizaba y pintaba. Citroën llamó a este producto 'material plástico' y con el tiempo se ha asumido que estas fueron las primeras miniaturas fabricadas a gran escala mediante este sistema. En los años sesenta del siglo pasado se impuso el inexacto apelativo 'plâtre et farine' para denominar la materia base de estos modelos, pero hoy en día el término más aceptado es el de 'composition', tanto en francés como en inglés.
- Los cuatro primeros modelos creados para Citroën con esta técnica se llamó serie 601 y todos contaban con radiador, base y guardabarros en chapa y ruedas metálicas. Estuvieron disponibles en muchas variantes de color, en ocasiones en dos tonos. Los concesionarios y las jugueterías los recibían en paquetes de seis unidades.
- La serie comercial 601/U, de la misma época y basada en variantes sobre la furgoneta C4F, tuvo un enorme éxito y estuvo formada por seis modelos. De nuevo se repetía el esquema de un chasis en chapa, ruedas y frontal metálicos y carrocería en material plástico.
- Transporte de verduras.
- Con toneles.
- Transportaba dos cerditos. Ciertos expertos mencionan una versión con dos terneros.
- Si la carga era negra reprentaba un transporte de carbón, si era marrón de piedras, y si era roja de ladrillos.
- Envase con sies unidades variadas tal y como se recibían en los concesionarios.
- La serie 602 estuvo compuesta por tres variantes de bomberos que también contaban con bajos, guardabarros y calandra en chapa. Las ruedas de los modelos de esta época eran de una pieza en plomo con el logotipo de Citroën.
- Con conductores, rollo de manguera y pasajeros.
- Con conductores y escala.
- Con conductores, asientos, rollo de manguera y escala.
- Con conductores, asientos y rollo de manguera pero sin escala. ¿Este modelo se comercializó sin la escalera o es que la unidad de la foto la ha perdido? El catálogo Citroën sólo contemplaba las tres variantes que acabamos de ver.
- El cofre especial de bomberos incluía variantes en color rojo de la berlina, el cabriolet y la limusina de la serie 601, además de los camiones de la serie 602.
- CIJ acabó desarrollando una completa colección de estaciones de bomberos.
- Desde los inicios de Jouets Citroën la marca había incorporado a su catálogo bellos y enormes garajes y talleres como complemento a sus coches. Cuando llegaron las miniaturas pequeñas, los garajes a juego en madera, chapa o material plástico no se hiceron esperar.
- Garage en madera con cierre a manivela con un fondo de 17 centímetros.
- En 1931 la marca de lubricantes con aditivos Yacco patrocinó un evento de resistencia cuyo objetivo era recorrer con 25.000 kilómetros en menos de diez días gracias a la superioridad de sus aceites. El mecánico César Marchand transformó un Citroën C6F y consiguió su objetivo con una media de velocidad de 108 Km/H, batiendo catorce records internacionales. Su equipo apodó a este modelo “Rosalie 1”.
- En 1932 estuvo disponible la versión en plomo fabricada por Charles Domage en París. Este fue el último encargo que esta marca recibió de Citroën y su existencia demuestra que el fabricante seguía en activo por aquel entonces. La miniatura, realizada enteramente en plomo, medía nueve centímetros.
- Hacia 1933 la compañía Dowst de Chicago patentó el uso de neumáticos de caucho en sus Tootsietoy y este avance técnico causó furor en Europa. En 1934, Jouets Citroën impuso a Charles Domage que su Rosalie contara con esta clase de novedad. Fue el único modelo de C.D. que contó con esta prestación.
- El record del 'Rosalie 1' no duró mucho tiempo porque en 1932 el mismo equipo se sirvió de un C6G para recorrer 134.866 kilómetros sin parar en 17 días con su formidable 'Rosalie 2'. Para Citroën supuso un impacto publicitario sin precedentes. Ese mismo ño C.I.J. puso a la venta la correspondiente miniatura, esta vez en material plástico.
- Set de seis unidades tal y como se recibía en los concesionarios.
- La fama de estos modelos fue tal que cuando en enero de 1932 se presentó la nueva gama de turismos 8CV, 10CV y 15CV recibieron directamente el apelativo “Rosalie”. En 1933 estuvieron disponibles miniaturas basadas en el Citroën Rosalie en varias escalas: grandes modelos articulados a la escala 1/10 y 1/15, una versión berlina en chapa embutida a escala de 14 centímetros a escala 1/30, así como numerosos miniaturas a escala 1/43. CIJ llevó a cabo un bonito modelo en lata con una longitud de nueve centímetros.
- El nuevo Rsalie estuvo disponible en versiones coupé o faux cabriolet e incorporaba motor de inercia. Las dos variantes compartían diseño y piezas y se distinguían entre sí por la configuración de la decoración litografiada. De este modo, el descapotable representaba una versión con el techo cerrado. Las ruedas eran metálicas, así como la calandra de chapa.
- También en 1933 CIJ incorporó al catálogo de Jouets Citroën una versión Roadster del Rosalie, que no era más que el C6 en material plástico al que se le añadió la calandra de chapa propia del coupé/cabriolet de chapa en un alarde de economía de medios.
- Comparando el C4 Roadster de 1932 con el Rosalie Roadster de 1933.
- El Rosalie 3, un modelo 15CV de seis cilindros, intentó batir el record de las 24 horas, pero a las nueve horas de carrera una avería le obligó a retirarse. No parece que exista miniatura de aquel modelo. Pero el triunfo llegó gracias al Rosalie IV, el famoso Petite Rosalie de 8CV, un bólido basado en el modelo menos potente de la gama, que recorrió 300.000 kilómetros en 134 días a una media de 94 Km/H.
- Fue una miniatura realizada en chapa litografiada y con ruedas de plomo en las que aparecía moldeado el logo de la marca. Medía nueve centímetros de longitud.
- En la parte trasera estaba estampada la leyenda “Petit Rosalie” sobre una pegatina que hacía alusión al motor flotante. A principios de la década actual la empresa Norev comercializó una réplica moderna de esta miniatura.
- El Rosalie V era en realidad el Rosalie III que había fracasado en Le Mans, reparado. Entre el 26 de abril y el 24 de mayo de 1933 batió 28 records del mundo y 50 records internacionales. De este modelo no existió miniatura a escala 1/43 pero fue el que inspiró el modelo metálico de CIJ para Jouets Citroën de 43 centímetros y a escala 1/10.
El Rosalie VI fue la versión más profundamente modificada. Equipaba un motor 15CV y entre el 7 y el 9 de abril de 1934 batió siete records internacionales. Ese mismo año se incorporaron al catálogo de Citroën dos variantes realizadas en material plástico.
- Versión económica creada por CIJ para Jouets Citroën en material plástico y con ruedas en plomo. Medía 8,5 centímetros y se vendía a los mayoristas en cajas de tres docenas que llevaban la referencia 501.
- La referencia 600C del catálogo de Jouets Citroën era la segunda versión de CIJ realizada desde 1934 en material plástico. Medía 10’5 centímetros y su diseño era mucho más detallado, incorporando además ruedas en plomo con neumáticos de caucho de color naranja.
- El celuloide fue un material extensamente utilizado por los fabricantes de juguetes franceses de los años treinta. Se trataba de una celulosa sintética que se fabricaba en planchas flexibles que luego eran sometidas a la presión de una matriz para tomar la forma deseada. Era una técnica barata que permitía producir juguetes que, por desgracia, eran altamente combustibles. Las ruedas del Rosalie más barato de Jouets Citroën eran también de ese material.
- Los expertos parecen estar de acuerdo en que C.I.J. fabricó todos los modelos Citroën en cualquiera de los materiales disponibles: chapa, zamak, madera, material plástico y también celuloide, incluyendo en este último caso las miniaturas basadas en los Rosalie. Las dudas de algunos parecen razonables al considerar que estas no se anunciaban en los catálogos de Jouets Citroën y también al tener en cuenta la enorme cantidad de modelos que empresas como Cellulo elaboraban en Francia en aquellos momentos.
- El tercer y último modelo de celuloide asociado a Jouets Citroën. En la imagen una unidad muy famosa promocional de una farmacia de Annonay, procedente de una época en que las farmacias vendían este tipo de productos.
- Las fichas de este popular juego de mesa producido por Ediciones Mauclair eran Rosalies en celuloide.
- Con el tiempo, el número de garajes disponibles fue en aumento.
- Los sucesivos catálogos de Jouets Citroën fueron añadiendo nuevos garajes y talleres. La referencia 945 consistía en un pequeño cobertizo a escala 1/43 realizado en material plástico.
- De 21 centímetros de ancho, también se vendía incluyendo seis Rosalie de competición con la referencia 956/1.
- Derivado de la referencia 956 que se diseñó como complemento de los Citroën 7 de mayor tamaño.
- Especifico para las miniaturas pequeñas y disponible con una o dos puertas, se comercializó con las referencias 801 (suelto en cajas para los mayoristas que contenían seis unidades) ó 810 (como el anterior pero incluyendo dos coches C6).
- Preciosa estación de servicio en madera a escala superior, diseñada para dar cabida a los Citroën 7 de mayor tamaño. Incorporaba un sistema eléctrico para iluminar su interior con dos bombillas.
- En 1934 Jouets Citroën presentó dos series basadas en el Rosalie en sus versiones comerciales. El furgón de dos ejes contaba con base de chapa y estuvo disponible en seis variantes comerciales y otras seis de bomberos. Este modelo ya no montaba calandra metálica en su frontal.
- Portacables
- Carga variada.
- Plataforma vallada.
- Con grúa en chapa.
- Plataforma baja.
- Botellero
- De estos utilitarios se pueden encontrar versiones con ruedas metálicas o con neumáticos de color naranja y el logotipo Michelin. En muy pocas unidades se pintó el frontal en color oro en vez de plata.
- Paquete con doce unidades variadas preparadas para ser vendidas.
- Novedad 1934: seis variantes de bomberos sobre el Rosalie con una longitud de nueve centímetros.
- Torpedo con conductores, asientos y mangueras.
- Torpedo con escala.
- Pick up con mangueras tras la cabina y en la zaga y asientos en la caja.
- Furgón con escala.
- Pick up con asientos, manguera y escala.
- Torpedo con conductores, asientos y pasajeros.
- Son las más difíciles de encontrar, pero existieron unidades de los Rosalie de bomberos que llevaron neumáticos Michelin naranjas. Estuvieron muy poco tiempo en produciión.
- CIJ desarrolló también una cabeza tractora de tres ejes, un tanto fantasiosa, que montaba el mismo chasis. Las ruedas delanteras equipaban neumáticos. Las dos ruedas traseras estaban unidas por cadenas representadas por bandas de caucho que con el tiempo se revelaron frágiles. En la actualidad resulta extremadamente complicado encontrar una unidad intacta. Inicialmente existieron tres remolques diferentes disponibles desde 1934.
- Triple cuba.
- Plataforma vallada.
- Plataforma baja con tablones.
- La distribución se llevaba a cabo en grandes cajas con una docena de tractoras y otra de remolques.
- Con el tiempo, una vez hubo asumido J.R.D. la producción de los Jouets Citroën y especialmente a raíz del lanzamiento de la serie 631/C en 1936, fueron apareciendo nuevos remolques adaptables al tractor Rosalie.
- Inicialmente J.R.D. continuó con la producción de la cabeza tractora Rosalie, pero como puede verse en esta foto el modelo fue simplificado al desaparecer las aberturas de las ventanas, característica común a todos los modelos en material plástico de J.R.D. dentro y fuera del catálogo de Jouets Citroën.
- Citroën presentó en 1934 sus modelos Traction 7CV, 11CV, 15CV y los prototipos 22CV, un hito histórico por ser el Traction el primer automóvil fabricado en gran serie con carrocería autoportante además de con tracción delantera. Su desarrollo había supuesto una inversión multimillonaria para la marca en plena época de recesión causada por el crack de la bolsa de Wall Street en 1929. Poco después de ponerse a la venta, el Traction se reveló como un completo desastre, con numerosas averías mecánicas que provocaron accidentes serios. Fue el golpe de gracia para André Citroën, cuya compañía acusaba pérdidas financieras y un endeudamiento extremo.
Los problemas de financiación de Citroën acabaron por dejar sin pagar las facturas de C.I.J. En 1934 se produjo la ruptura amistosa entre ambas empresas y C.I.J. abandonó la fabricación de los Jouets Citroën para firmar, casi inmediatamente, un contrato en exclusiva para fabricar los nuevos Jouets Renault, cuya fabricación se inició en 1935 y continuó hasta 1940, año en que C.I.J. se vio forzada a fabricar máscaras de gas.
En diciembre de 1934 Citroën se declaró en bancarrota y tomó el control de la compañía la familia Michelin como principal acreedor y mayor accionista. Al cabo de un mes, en enero 1935, fue nombrado director general de la compañía Pierre Michelin y André Citroën resultó expulsado del comité directivo para encontrar la muerte en julio del mismo año a causa de un cáncer de estómago. Los nuevos dueños, enfrentados a una situación financiera catastrófica y a miles de puestos de trabajo dependiendo de sus decisiones, iniciaron una etapa de recortes que pasó por la cancelación de la producción de los Jouets Citroën de gran formato, que sin embargo siguieron a la venta gracias a las existencias existentes.
Paralelamente, un directivo de C.I.J. de nombre Jean Rabier et Donnot, abandonó la empresa ahora empleada por Renault para fundar su propia marca nombrada con sus iniciales: J.R.D. La nueva empresa, que disfrutaba de una relación cordial con C.I.J, obtuvo permiso de ésta para incorporar a su catálogo las miniaturas de las series 610c (Rosalie comerciales) y 640/C (Rosalie cadenas) pero no de la serie 630C (Rosalie bomberos). Tras la lógica ausencia de novedades en 1935, suyas fueron las creaciones para Jouets Citroën en formato pequeño para 1936. En el año 1937, Jean Rabier et Donnot consiguió convencer a Michelin de la importancia de los juguetes como material promocional y la producción de nuevos Jouets Citroën de gran formato se normalizó hasta 1940, esta vez bajo la marca J.R.D.
- Sepa cómo continúa esta intensa historia analizando los modelos que desarrolló J.R.D. en su nueva etapa. Para ello pulse la imagen superior.
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