Philip Ullmann fue un directivo de la empresa juguetera alemana Tipp & Co. de Nuremberg y uno de los empleados que estaba a su cargo a comienzos de los años treinta era German Arthur Katz, nacido en Sudáfrica. Ambos emigraron a Reino Unido fundando en 1932 la compañía Mettoy, cuya sede inicial se ubicó en Northampton, cerca de Birmingham. Sus juguetes de cuerda realizados en chapa litografiada (Mettoy es el acrónimo de ‘metal toy’) alcanzaron un rápido éxito, de modo que en 1938 la fábrica ya tenía 600 empleados y tuvo que mudarse a una ubicación de mayor tamaño. Durante la Segunda Guerra Mundial fabricaron munición y cocinas de campaña. Tras el conflicto, a medida que se fue normalizando la distribución de materias primas, la industria juguetera británica gozó de un auge creciente y la fabricación de vehículos en metal inyectado se puso de moda. En 1948 Mettoy recibió el encargo de la cadena de distribución Marks & Spencer de diseñar una serie de juguetes robustos y duraderos y fue entonces cuando apareció la serie Castoys, compuesta por vehículos realizados en aleación de zinc a escala aproximada 1/35. Estuvieron a la venta hasta 1958.

Habiendo adquirido experiencia en la técnica del die-casting, en 1951 Mettoy lanzó la serie ‘Miniature Numbers’, una colección ciertamente modesta si tenemos en cuenta que se basó sólo en dos modelos de coche: Standard Vanguard y Rolls Royce Silver Wraight. Cada modelo estuvo disponible en dos escalas: 1/60 y 1/43. Los modelos a escala 1/43 tenían distintas prestaciones: motor a cuerda con selector de freno en la parte trasera, dirección regulable mediante una palanca en el frontal y ruedas de plástico.

En 1955, con los Miniature Number ya fuera de producción, Mettoy recibió el encargo de una miniatura promocional, una furgoneta Karrier Bantam de reparto de bebidas para CWS Soft Drinks. El modelo fue la prueba de fuego que demostró la capacidad de la compañía para desarrollar modelos de alta calidad en zamak y la posibilidad de penetrar en un mercado dominado entonces por los Dinky Toys de la compañía Mecanno. El Karrier acabó por incorporarse al catálogo normal de Corgi Toys en 1957.

El aumento en la producción había exigido la apertura de otra factoría, la de Swansea, en Gales, que el rey Jorge VI inauguró en 1949, y cuya dirección recayó sobre Henry Ullman, el hijo de Phillip, un joven formado en EEUU y lleno de nuevas ideas. Ese mismo año German Arthur Katz fundó una compañía paralela, Playcraft Toys Ltd. con el objetivo de especializarse en la producción de juguetes de plástico. La marca se fue consolidando hasta que, una vez madura, Katz la fusionó en 1955 con Mettoy formándose la compañía Mettoy Playcraft Ltd. que se convirtió especialista en juguetes tanto de plástico como de metal. La elaborada estrategia empresarial sirvió para eludir los problemas a los que la competencia, Meccano, se estaba enfrentando para abordar nuevos mercados. Así, en 1956, la empresa contaba con la experiencia, la maquinaria y el personal adecuados para afrontar desde Swansea el reto de competir directamente con Meccano ofreciendo al mercado británico una alternativa a los famosos Dinky Toys, una nueva colección cuyos modelos combinasen las partes metálicas y las de plástico. Así llegaron ‘The ones with windows’.

Los primeros Corgi, a la venta exactamente en julio de 1956, eran modelos en zamak con base metálica muy bien diseñados y pintados cuya escala oscilaba entre 1/48 y 1/44 para los automóviles y entre 1/46 y 1/57 para los camiones. Diseñados para competir ferozmente con los Dinky Toys, los nuevos Corgi eran ‘The ones with windows’ por cuanto a que montaban ventanas de plástico, si bien esta no era una característica inédita en modelos de este tamaño: Tekno lo hacía ya en Dinamarca desde 1952. Por otra parte los Corgi montaban un sencillo sistema de fricción (o de inercia, como se prefiera) en aquellas referencias cuyo diseño permitía ubicarlo en su interior. Las versiones motorizadas se distinguían en el catálogo y en sus cajas porque su referencia terminaba con la letra ‘M’. No obstante, el motor no resultó ser muy efectivo debido al peso de los modelos, de modo que 1959 fue el año en que las miniaturas dejaron de montarlos.

Las cajas eran de cartón de color azul verdoso con una colorida ilustración del automóvil representado por la miniatura y durante el primer año de 1956 contenían un folleto ilustrado. En 1957 apareció la serie ‘Corgi Major’, de modelos de mayor tamaño y prestaciones que competían con los Dinky Super Toys, cuyas cajas eran azules y amarillas. Al final de la década, en 1959, la totalidad de la colección asimiló este diseño para las cajas, de modo que las azul-verdosas se emplearon en 1956, 1957 y 1958 y a partir de 1959 y durante la década de los sesenta las cajas fueron azules y amarillas. Las ruedas con llanta de aluminio de todos los modelos fueron idénticas a lo largo de los años cincuenta, con un diseño liso común para todas las referencias que evolucionó a partir de 1960.

En los primeros cuatro años de producción de la serie dio tiempo a actualizar uno de los modelos, la popular furgoneta Bedford, cuyos frontal y parabrisas se modernizaron en 1960.

En 1959 Corgi toys incorporó otra novedad inédita en la competencia que consistía en juegos de pegatinas con matrículas, emblemas e insignias diseñados para proporcionar a los modelos un grado de realismo inusitado. Con el tiempo incluso aparecieron bandas blancas para adornar los neumáticos.

1956

Julio de 1956: aparecen en las tiendas británicas los Corgi Toys que ofrecen una novedad frente a la competencia como era el uso de ventanas en plástico. La colección está compuesta por populares turismos ingleses (serie 200), el primer deportivo (serie 300), nada menos que ocho variantes sobre la furgoneta Bedford (los utilitarios eran la serie 400) y los primeros camiones (serie 450). Algunas de estas referencias tuvieron un número de ventas superior al medio millón de unidades.

200 / 200M FORD CONSUL

El primer modelo de Corgi Toys se comercializó hasta 1961. Estuvo disponible también con motor hasta 1959. Por descontado, incorporaba cristales, pero no suspensión.