La marca Gulliver apareció en Francia en 1937 en un momento en que el mercado estaba dominado por el éxito de los modelos Dinky Toys fabricados en Francia bajo licencia británica, los sofisticados Autajon Roustan (A.R.) que se comercializaban desde los años veinte, los modernos Aludo diseñados por Charles Dommage y los Tootsie Toys importados desde EEUU. En aquella época ya existía una encendida polémica acerca de la venenosidad de los juguetes realizados en plomo y ello coincidió con la llegada al mercado de nuevos y revolucionarios materiales. Dadas estas circunstancias, Gulliver decidió que sus juguetes estarían hechos de aluminio que era, según su publicidad, in-des-truc-ti-ble.
Es preciso destacar el impresionante ferrocarril a escala HO en aluminio que se comercializó antes de la guerra.
En 1937 puso a la venta dos modelos a escala 1/50 que medían unos 14 centímetros: un autocar Berliet PCK7D y un volquete Berliet GDR7D Diesel 7T, dos impresionantes piezas de aluminio con ruedas metálicas y neumáticos de caucho que se vendían en lujosas cajas individuales rojas o amarillas. La carrocería carecía de oquedades y las ventanas estaban pintadas sobre esta en color plata. El frontal estaba resuelto con una pegatina, normalmente roja o rara vez verde, que si se retiraba se llevaba consigo el encanto de la miniatura al dejar al descubierto lo rudo de su diseño. Los modelos estaban disponibles pintados en uno o dos tonos, o bien en acabado bruto. El volquete contaba con un toldo en tela o en cartón barnizado. Además, el autocar estaba disponible con o sin motor a cuerda. Inevitablemente, la producción quedó paralizada en 1940 cuando el ejército nazi invadió Francia.
La producción de ambos modelos se recuperó en 1948 con dos novedades: el camión Berliet GDR7D Diesel 7T también estuvo disponible con motor a cuerda y además se puso a la venta una versión plataforma del mismo. Sin embargo, el excelente acabado de los Gulliver implicó un elevado precio de venta en los duros tiempos de posguerra. Aunque la marca intentó poner a la venta miniaturas más pequeñas y económicas, no parece que su actividad se extendiera más allá de 1950.
Versión en bruto con el frontal representado por el característico adhesivo. Se observa el orificio para introducir la llave en las versiones con motor a cuerda.
Versión de un color sin motor a cuerda en caja roja.
Versión de un color con motor a cuerda.
Versión de dos colores sin motor a cuerda en caja amarilla.
Versión de dos colores con motor a cuerda.
Existe un extenso artículo sobre estos modelos en el blog de www.Autojauneparis.com, alq ue puede accederse pulsando sobre la fotografía superior, en la que se comparan las versiones del Berliet sin o con motor de cuerda.
Las cajas de los Berliet de Gulliver estuvieron hechas en cartón amarillo o rojo, pero las primeras unidades del volquete comercializadas en 1937 llevaban una caja en color blanco.
Versión en bruto
Esta versión plataforma se añadió a la colección en 1948 y, originalmente, su carga estaba compuesta por cuatro toneles de madera.
La mayoría de las fuentes tradicionales afirman que Gulliver puso a la venta su Renault a escala 1/41 en 1938, aunque en los últimos tiempos algunos expertos empiezan a preguntarse si esta no sería en realidad una de las últimas realizaciones de Autajon Roustan (A.R.). Se trata de un sencillo modelo en aluminio, sin base y con ruedas metálicas, muy a tono con las miniaturas de su época.
En 1948 Gulliver presentó su último modelo, nada menos que un Renault 4CV basado en la primera serie del coche francés en la que la matrícula trasera estaba colocada horizontalmente. La simpleza de esta miniatura contrasta con el elaborado diseño de las llantas, fiel al original e inédito en su época.
Distintas variantes de color del Renault 4CV que se vendía a granel en los bazares franceses.
