Gamas43

Bienvenidos a Gamas43, una revisión de algunas de las colecciones clásicas de coches a escala 1/43.
La empresa holandesa Lion Toys es uno de los máximos exponentes en lo tocante a la creación de camiones a escala 1/50. Sin embargo, durante sus primeros veinte años de actividad llevó a cabo automóviles a escala 1/43, especialmente modelos de la marca Daf.
Los aranceles para la importación de juguetes eran muy altos en la Dinamarca de los años cincuenta. La marca holandesa Lion Toys y la danesa Langes Legetøj alcanzaron un acuerdo de producción.
Existió otra marca en Dinamarca con el nombre Lion que no tuvo nada que ver con la Lion Toys holandesa. Sus acuerdos con Vilmer y su competencia directa con Tekno sentenciaron su prematura desaparición.
El actual y omnipresente fabricante alemán de pistones y filtros llevó a cabo dos miniaturas realizadas en magnesio para dar a conocer al público la ligereza y robustez de ese material.
En 1933 la compañía británica Mecanno lanzó una serie de complementos para sus ferrocarriles a escala O entre los que se incluían automóviles que, con el tiempo, acabaron llamándose Dinky Toys. En 1935 la reacción de Märklin fue contundente.
En 1935 el fabricante alemán de trenes eléctricos Märklin siguió los pasos de la competencia británica Meccano y comenzó a comercializar automóviles. En 1937, la inminencia de la guerra trajo consigo la aparición de la serie militar 8021. Los pocos ejemplares supervivientes provocan hoy en día cierto estremecimiento por sus implicaciones.
La recuperación de Alemania después de la guerra permitió que Märklin retomara la fabricación de coches a escala.
La marca Märklin, una de las pioneras en la realización de coches en miniatura de inyección metálica, afrontó en 1968 la modernidad brindando la que sería su última colección de coches a escala, la Serie Rak, de enorme sofisticación.
A principios de los años sesenta parte de la industria japonesa seguía basándose en copias de productos occidentales. Cuando en esa época las miniaturas diecast comenzaron su andadura en Japón, la exitosa empresa Marusan no tuvo muchos miramientos.
La empresa italiana Mebetoys alcanzó el éxito a partir de 1966 con sus sofisticadas miniaturas diseñadas para competir con las de Mercury y Politoys hasta que en 1969 fue adquirida por el grupo Mattel. Esta es la historia de sus miniaturas previa a la compra por parte de la compañía americana.
En 1969 la empresa italiana Edil Toys se declaró en quiebra después de haber puesto a la venta únicamente trece miniaturas. Sorprendentemente, la totalidad de sus moldes acabaron en Turquía.
Conozca los orígenes de la marca Mercury y las miniaturas que creó entre 1946 y 1950: modelos a escala 1/40, camiones a escala 1/50, coches de carreras a escala 1/43 y otras miniaturas en gran formato y mecánicas.
Una vez consolidada en el mercado italiano y oponiéndose implacable a una competencia interna insignificante, Mercury obtuvo un éxito enorme con su popular serie de modelos a escala 1/48. Pero a lo largo de la década también produjo formidables miniaturas al margen de esa colección principal.
Una colección clave en las miniaturas italiana de los años cincuenta fue la de Mercury a la escala 1/48.
Mercury, siempre pionera, siempre moderna, formalizó su compromiso con la escala 1/43 en 1962, anulando su colección a escala 1/48 e inspirando a otras grandes marcas italianas a seguir su camino, una vez más.
Si la información de la que se dispone de los Dinky Toys fabricados en Chile no es demasiado completa, menos aún se sabe de los Mercury italianos que se montaron en las fábricas de la ciudad de Arica.
La compañía británica especializada en juguetes económicos de plástico lanzó en 1954 sus dos únicas miniaturas compatibles con la escala 1/43.
Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, la demanda de coches en miniatura se disparó en Italia y Reino Unido, a raíz de los cual proliferaron pequeños y efímeros fabricantes en ambos países.
Corgi Toys es una marca que alcanzó tal fama a nivel mundial que el público acabó por olvidar en qué fabricante de juguetes tuvo su origen. Nosotros no.
En 1959 la compañía Asahi lanzó su serie Model Pet para emular a las colecciones que llegaban desde Europa a Japón. El éxito fue inmediato y la marca Taiseiya puso a la venta su serie Micro Pet para competir con Asahi, aunque no obtuvo los resultados esperados.
En 1963 la compañía Taiseiya se encontraba reemplazando su serie Micro Pet por su nueva colección Cherryca Phenix. Era un buen momento para un experimento tecnológico.
Tras alcanzar el éxito de ventas con sus miniaturas a escala 1/87, en 1960 la marca francesa puso a la venta su único modelo a la escala 1/43.
Jouets de Paris era otro consolidado fabricante francés de juguetes que con su serie Minia-Jep intentó competir en el mercado de modelos a la escala 1/43.
Las miniaturas a la escala 1/43 se impusieron en Japón a partir de 1959 con los modelos de la serie Model Pet de la compañía Asahi y más tarde con los Micro Pet de Taiseiya. La compañía Nakayama también lo intentó, pero su colección Miniatura Pet sólo tuvo una referencia.
El poderoso grupo Tri-Ang lanzó en 1935 su serie Mimic de vehículos metálicos que alcanzó un éxito enorme. Si bien sus automóviles se pueden considerar de una escala próxima a 1/36, los vehículos pesados se aproximan de forma realista al estándar 1/43.
A comienzos de los años cincuenta el plástico se impuso como material favorito para muchas marcas de juguetes. Gracias a ello, el poderoso grupo Tri-Ang logró no verse afectado por el secuestro del zinc que el gobierno británico impuso a raíz de la guerra de Corea.
En los años setenta del siglo pasado la producción de miniaturas en escala 1/43 alcanzó en España sus cotas más elevadas. La serie 100 de Joal, la colección Autopilen de Pilen y los Intercars de Nacoral dominaban el mercado. Pero en 1977 entró en escena un nuevo fabricante.
R.M. son las siglas de Maurice Renault, un fabricante artesanal de juguetes que, aunque nada tenía que ver con los Renault que fabricaban automóviles, creó un Renault Fregate a escala 1/43 que fue su única miniatura.
La marca Matchbox es universalmente conocida por todos los aficionados. Su origen se halla en la alianza que el distribuidor Moko y el fabricante Lesney forjaron después de la Segunda Guerra Mundial.
A mediados de los años cincuenta, dos grandes fabricantes franceses que estaban iniciando su carrera colaboraron en la creación de una miniatura a escala 1/43 formando una alianza tan poco común como efímera.
La empresa Morris & Stone empezó sus actividades en la dura posguerra londinense distribuyendo miniaturas elaboradas por otros fabricantes, hasta que tuvo capacidad para elaborarlas por sí misma.
Dinky Toys vendió a la compañía S. Kumar & Co de Calcuta los utillajes necesarios para fabricar las famosas miniaturas británicas en India, pero la cosa no salió como cabría esperar.
Cuando en la dura posguerra italiana Mercury lanzó sus miniaturas automovilísticas, fueron muchos los fabricantes que intentaron seguir sus pasos. Entre ellos destaca N.I.G.A.M. con su serie de coches de carreras.
Norev es una de las empresas más potentes de Europa en cuanto a producción de coches en miniatura se refiere. En sus orígenes se caracterizó por sus modelos en plástico cuyas prestaciones fueron incrementándose según avanzó la década de los cincuenta.
Tras el formidable éxito de sus miniaturas en plástico, Norev afrontó los años setenta con su nueva colección de modelos en metal, la popular Jet Car. Pero entre el plástico y el metal existió una pequeña serie híbrida que desapareció en seguida.
Un misterioso fabricante de la república Federal Alemana que recibió de la empresa francesa Simca el encargo de diseñar un Simca 1000 a la escala 1/43 que sería su única miniatura.
El gran fabricante español encontró un hueco en su catálogo para incluir cinco referencias a escala 1/43, aunque la cosa no tuvo continuidad.
Animados por la alta demanda, la escasa competencia y el éxito de Mercury, los hermanos Peraboni abrieron su fabrica de juguetes cerca de Milán y su legado es una única y bonita miniatura a escala 1/43.
Fundada en 1931, International Model Aircraft Ltd. se especializó desde 1936 en la fabricación de aviones en miniatura en material plástico. Tras la Segunda Guerra Mundial la empresa decidió explorar nuevas líneas de negocio.
Las modestas miniaturas creadas por Plásticos Albacete gozaban de un diseño verdaderamente acertado y, gracias a su precio reducido, se convirtieron en juguetes muy populares.
Mercury estableció un poderoso monopolio sobre las miniaturas metálicas en la Italia de los años cincuenta, gracias sobre todo al éxito de sus modelos a escala 1/48. Para abrirse un hueco, Politoys lanzó un producto radicalmente diferente.
La colección de modelos de plástico de Politoys a escala 1/41 se vio enriquecida con una selección modelos de competición de gran encanto.
Politoys lanzó su serie de modelos de plástico a escala 1/41 en 1960, pero en 1965 comenzó a comercializar modelos en metal dentro de su Serie M, sentenciando así a las miniaturas plásticas. Podría decirse que la colección Fibre Glass es el eslabón intermedio entre ambas series.
Desde 1960 Politoys mantenía en Italia una peculiar colección de modelos en plástico a la escala 1/41. En 1965 puso a la venta una de las mejores colecciones de coches a la escala 1/43 de la historia cuyas miniaturas sirvieron de inspiración a los fabricantes españoles.
A finales de los años sesenta del siglo pasado la empresa italiana Politoys se había consolidado como uno de los fabricantes más prestigiosos de Europa gracias a su Serie M de gran sofisticación. Llegó el momento de diversificar la producción lanzando una nueva colección económica.
Las empresas fabricantes de modelos a escala 1/43 se enfrentaron a una fuerte crisis desde principios de los años setenta a la que sólo pudieron sobrevivir simplificando sus miniaturas. La segunda Serie M de Politoys, también conocida como MXX, fue la última del gran fabricante italiano que conservó altos estándares de calidad.
La empresa Etablissements Pierre Roger (P.R.), especializada desde los años cuarenta en comercializar ciclistas en miniatura, incorporó a su repertorio dos vehículos de la caravana del Tour de Francia la mar de bizarros.
La Unión Soviética consideró una cuestión de estado la producción de miniaturas a escala 1/43 que representaran a los vehículos fabricados en el orbe comunista. Aunque el grueso de la producción se centralizó en el oblast de Saratov, Progress fue una de las fábricas pioneras.
Este popular fabricante francés de juguetes, famoso por sus soldaditos de plomo inyectado, desarrolló a lo largo de los años cincuenta una de las series más populares de coches a escala compatible con 1/43.
La única miniatura atribuida a este misterioso fabricante, del que nada se sabe, estaba realizada en material compuesto, lo que resulta excepcional en el panorama británico de los años treinta.
En 1957 la empresa española Ricó lanzó su serie Miniaturas Ricó que incluía turismos a escala 1/38 y camiones a escala 1/50.
Durante un breve periodo, el gran fabricante italiano de trenes eléctricos lanzó una pequeña serie de modelos en baquelita como complemento a sus ferrocarriles.
M.R. son las siglas a la inversa de Maurice Renault, un fabricante artesanal de juguetes que, aunque nada tenía que ver con los Renault que fabricaban automóviles, creó un Renault Fregate a escala 1/43 que fue su única miniatura.
Die Casting Machine Tools, conocida por su siglas D.C.M.T., fue la compañía que produjo los juguetes de la empresa Crescent Toys durante los años cuarenta. Cuando finalizó el acuerdo entre ambas, D.C.M.T. lanzó su propia marca de juguetes, Lone Star, y a partir de 1956 comenzó a producir miniaturas automovilísticas.
Georges Robert comenzó a fabricar miniaturas en 1957 y por su descaro no tardó en enfrentarse a una acción judicial. Su único modelo a escala 1/43 fue el preludio de un proyecto de mayor repercusión.
Desde comienzos de los años treinta del siglo XX las miniaturas de coches a escala hicieron furor en Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia. En Suecia lo intentó esta pequeña empresa que, desbordada por la competencia, quebró prematuramente.
Tal era la demanda de juguetes en la Italia de posguerra que incluso un gigante tecnológico apostó por esta línea de negocio y encargó a la turinesa Mercury el diseño de sus productos.
En 1939 se pusieron a la venta las miniaturas a escala 1/35 de Scamold, que para muchos coleccionistas son las primeras que se diseñaron destinadas a un público adulto, algo que viendo su diseño y prestaciones se comprende.
Las versátiles miniaturas desarrolladas por Schuco, primero con motor a cuerda y más tarde eléctricas, podían ser usadas dentro o fuera de un circuito específico que podía diseñarse libremente.
El gran fabricante alemán de coches en chapa y metal prensado dio el salto a los modelos de metal inyectado a mediados de los años cincuenta, proponiendo una colección que se comercializó durante casi veinte años y cuyos modelos aún se producen.
A pesar de la durísima competencia a principio de los años setenta, la veterana marca alemana se decidió por fin a realizar una serie de miniaturas modernas y de alta calidad. El esfuerzo por modernizarse no fue suficiente y la empresa quebró en 1976.
¿Es usted un coleccionista preocupado porque le cuesta identificar las miniaturas fabricadas en Georgia antes de la caída de la Unión Soviética? Tenemos la solución.
Para muchos coleccionistas británicos las miniaturas de Skybirds de los años treinta iniciaron la pasión coleccionista antes de que lo hiciera Dinky Toys. Sus modelos automovilísticos son de una rareza extraordinaria.
Tras el descomunal éxito de sus miniaturas desmontables ‘Type 140’ de 1932, la futura marca Solido estuvo preparada para lanzar en 1933 su serie ‘Type 100’, conocida a partir de 1938 como Serie Junior, cuyos modelos en zamak estaban próximos a la escala 1/43.
En 1938 la empresa Solido se mudó a una fábrica más grande y decidió simplificar su inmenso catálogo inflado por las cientos de referencias distintas de las que constaban sus series. Tras suspender la Serie Major llegó el momento de actualizar la Serie Junior.
El éxito de Solido fue considerable desde que llevó a cabo sus primeras miniaturas en 1932. En los años cincuenta se centró en sus series Junior, Baby y Mosquitos pero, para seguir siendo una marca competitiva, en 1957 dio el salto definitivo a la escala 1/43 con su histórica Serie 100.
En 1957 la veterana empresa francesa Solido irrumpió en el concurrido mercado de fabricantes franceses con su Serie 100 de automóviles a escala 1/43. En 1959 se anunció la serie 300 de camiones a escala 1/50.
En 1967 la compañía británica Lines Bros canceló su serie Spot-On para centrarse en la producción de los Dinky Toys. Los utillajes para fabricar 14 de los Spot-On fueron enviados a su filial de Nueva Zelanda.
Ante el éxito de Dinky Toys, muchos fabricantes se animaron a producir juguetes metálicos en la Gran Bretaña de los años cuarenta y cincuenta, pero no todos pudieron sobrevivir a las restricciones que impuso la Guerra de Corea.
Una miniatura singular gestada en los años cincuenta que merece ser recordada por los detalles catastróficos de su producción.
En 1935 estos exitosos expertos en juguetes de plomo decidieron plantarle cara a Dinky Toys en su propio terreno, pero el sueño quedó truncado por un bombardeo alemán.
La modesta empresa londinense S. Guiterman and Co Ltd. encargo en 1947 el diseño y la producción de miniaturas en zamak nada menos que a la filial británica de la poderosa multinacional norteamericana Louis Marx and Company.
El éxito mundial de las modestas miniaturas de la fundición Dowst de Chicago se basó en su fabricación en masa y en los bajos precios, factores clave para competir en un segmento inferior con los lujosos modelos de acero que comercializaba la concurrida competencia de los Estados Unidos previos a la gran depresión.
En 1961 la cadena de distribución Marks & Spencer encargó a la compañía Mettoy una serie de lujosos modelos basados en miniaturas de la marca Corgi Toys que, a pesar de su empaque, resultaron ser un fracaso de ventas.
El éxito comercial de los modelos británicos Mimic, fabricados en Reino Unido desde los años treinta, sedujo a muchos fabricantes europeos desarrollaron productos similares. Tal fue el caso de la exitosa marca parisina Vébé, que probó suerte.
La compañía británica Chad Valley, fundada en 1824, decidió, tras adquirir la empresa de inyección metálica Wee-Kin, lanzar en 1949 una colección de modelos a escala. Con el tiempo consiguió un contrato en exclusiva con el grupo automovilístico Rootes.
Pocos coleccionistas ignoran la actividad de la fábrica de magnesio y titanio de la ciudad de Zaporiyia, que no se libró de las maquinaciones del grupo soviético Novoexport, pero por si alguien no conoce el par de miniaturas que realizaron, helas aquí.
Entre 1948 y 1966 la empresa Zax de Bérgamo, cerca de Milán, llevó a cabo toda clase de juguetes en madera, chapa, plástico o metal inyectado. En 1948, animada por el éxito de la casa Mercury, puso a la venta una pequeña serie de modelos a escala.