- Tras la Segunda Guerra Mundial, a Reino Unido le llevó unos años restaurar y normalizar los procesos productivos de su industria, pero cuando esto ocurrió se dio una fuerte proliferación de fabricantes de juguetes en todo el país, particularmente en Londres. Hacia 1947 multitud de fabricantes exploraron la línea de negocio relacionada con la producción de vehículos de juguete en fundición die cast, si bien la mayoría de estos abandonaron tal actividad cuando otra guerra, esta vez la de Corea, afectó a la producción por causa de las restricciones impuestas sobre el uso del zinc. Ese fue el caso de TAL Developements, una pequeña fundición del norte de Londres que hacia 1947 lanzó dos miniaturas en zamac comercializadas bajo la marca Merlin. Una de ellas era un bonito y bien diseñado Jeep Willys y la otra un curioso coche de carreras inspirado en los Maserati de la época. Ambas fueron miniaturas metálicas, sencillas aunque bien diseñadas, con ruedas sin neumáticos y que también estaban disponibles con un motor de goma elástica, la cual acumulaba energía al enrollarse a través de una manivela insertada en el frontal que, al quedar suelta, trasmitía su fuerza a un piñón conectado al eje trasero. Este fue un sistema inventado en Reino Unido para la serie Penguin 4 y que fue copiado en España y Chile para ser comercializado bajo la marca Ardilla. Los dos extraños modelos Merlin son ambicionados por los coleccionistas de juguetes británicos más completistas.
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