En enero de 1957 la pequeña empresa Robert-Monne, dirigida por Georges Robert, comenzó a comercializar unos diminutos vehículos de obras públicas a escalas que oscilaban entre 1/130 y 1/70 bajo la marca ‘Les Routiers’. A finales de febrero del mismo año ya había siete referencias disponibles de las trece que se comercializaron en total.
Fue entonces cuando se produjo una acción legal por parte de la empresa ‘Les Routiers’, que desde 1934 se dedicaba a publicar guías para viajeros sobre alojamientos y restaurantes, y que acusó a la sociedad Robert-Monne de utilizar su nombre y logotipo sin ningún permiso, lo cual era rigurosamente cierto. La condena consistió en modificar el texto impreso en las cajas de cartón, que dejó de ser ‘Les Routiers’ para convertirse en ‘Autorisé par les Routieres’ y en destinar un franco de cada caja que se imprimiera a obras sociales.
En abril del 57 apareció su primera y única miniatura a escala 1/43, un Renault Étoile Filante realizado en plástico fuertemente inspirado por los modelos equivalentes de Quiralu, C.I.J. y J.R.D. Fue la primera de las dos miniaturas que Robert-Monne comercializó con la nueva marca ‘Les Rouliers’, cuyo nombre permitía zafarse del pago de la multa de un franco simplemente cambiando la letra T por la letra L. El otro modelo ‘Les Rouliers’ fue un famoso vehículo de la caravana del Tour de Francia, ref 12 Renault 5T. ‘Vitabrill’ que se unió al otra miniatura dedicada a la misma temática que ya había sido comercializado como ‘Les Routiers’, la ref.11 Renault Gallion ‘Byrrh’, ambos a escala 1/60 y 1/75 respectivamente.
REF 1b RENAULT ÉTOILE FILANTE
La miniatura contaba con carrocería y base en plástico, llantas de aluminio y neumáticos de vinilo que con los años acabaron por reaccionar químicamente con la base, fundiéndola. Aunque disponía del hueco para instalar un parabrisas, no existe ninguna unidad que lo tenga. Tampoco montó nunca piloto, al contrario que otras miniaturas equivalentes de la competencia.
En esta primera versión la estrella del capó estaba en relieve y el nivel de detalle era sencillo, no estando presentes las formas de la carlinga o el capó trasero.
En la segunda versión aumentó el nivel de detalle. La estrella delantera pasó a estar grabada en la carrocería, al igual que los filos grabados en blanco que dibujaban la carlinga y el capó trasero. Les rejillas laterales también estaban detalladas En ambas variantes, los adornos en color rojo eran calcomanías.
LES ROUTIERS VS. QUIRALU
En la imagen se comparan el modelo metálico de Quiralu con el de plástico de Les Routiers. También en Francia J.R.D. y C.I.J. llevaron a cabo este modelo de record.
EPÍLOGO
Esta curiosa aventura, que en realidad sólo dejó para la posteridad una única miniatura a escala 1/43, terminó rápidamente debido al inicio de otra historia fascinante. En 1958 se fundó la sociedad J.M.K. compuesta por los señores Léon Jarry (J), ingeniero de la empresa Quirin que fabricaba los Quiralu, Henri Malartre (M), experto coleccionista de automóviles antiguos y Emile Koch (K), director de una fábrica textil. Su propósito fue el de fabricar miniaturas de coches clásicos, principalmente de finales del siglo XIX y principios del XX, y para ello lanzaron la marca RAMI, acrónimo de ‘Rétrospectives Automobiles MIniatures’.
Aquellos exquisitos modelos metálicos serían fabricados en la fábrica Robert-Monne de Georges Robert, quien abandonó la producción de ‘Les Rouliers’ en 1959. Los RAMI de J.M.K. se fabricaron con notable éxito y repercusión hasta 1969.
AMICALE RAMI J.M.K.
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