Tras fabricar juguetes desde 1912 y automóviles en chapa a partir de 1935, Schuco se había convertido en el máximo especialista en miniaturas de coches de este tipo y sus patentes eran adquiridas (o plagiadas) por empresas de todo el mundo. El año 1954 es clave porque Schuco se introdujo por primera vez en el mundo de los coches de inyección metálica con el lanzamiento de su serie Micro Racer, una colección de modelos en zamak con un potente motor que los lanzaba a gran velocidad. Su diseño permitía que se pudiera jugar con estas miniaturas sin necesidad de darles cuerda, pues sus ruedas, con neumáticos de caucho, giraban libremente sin interferir con el mecanismo. Contaban con dirección operativa que se manejaba desde una llave situada generalmente en la parte trasera así como una palanca para activar la marcha y se distribuían en preciosas cajas de cartón decoradas que a partir de 1965 pasaron a ser de tipo vitrina. Los Micro Racer, cuya escala osciló entre 1/50 y 1/40, no eran réplicas exactas de los vehículos a los que representaban, sino que su diseño tenía un componente ciertamente caricaturesco, quedando claro desde el principio que Schuco no competiría con los modelos de Märklin o Gama gracias al realismo de sus coches, sino aprovechando sus excelentes cualidades mecánicas. Su calidad, prestaciones y precio mantuvieron a la serie en el candelero hasta 1970.
Una peculiar traducción.
El circuito de competición diseñado para los primeros Micro Racer, que no obtuvo éxito comercial. Tras el 'Micro-Racer Game' referencia 1000 llegó el 'Micro-Racer Rally' referencia 1034.
Algunos de los exitosos Micro Racer fueron fabricados en España por la empresa Geyper a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Geyper había logrado acuerdos para comercializar otros juguetes de Schuco, como el ‘Autoteledinámico’ que era la versión española del modelo 3000, el coche ‘Inokae’ basado en la patente alemana 1001 o los pequeños Piccolo comercializados por Schuco desde 1958.
El primer Micro Racer. Originalmente la serie sólo iba a estar compuesta por coches de competición.
En 1955 se puso a la venta otro modelo Midget claramente diferenciado de la referencia del año anterior.
Se puso a la venta en 1956.
Se puso a la venta en 1958 y fue el primer modelo con topes de goma en los parachoques para evitar, según el fabricante, dañar los muebles.
Representa a un Ford Fairlane modelo de 1958.
En 1958 Schuco creo su excelente Escarabajo que tembién se incorporaría a las series 3000 y Varianto. Su diseño fue actualizado en 1963 con la incorporación de intermitentes delanteros sobre las aletas y otros retoques.
Se puso a la venta a 1959.
En 1960 Schuco retomó el diseño de coches de carreras. Los nuevos modelos ya contaban con parabrisas en plástico.
Se comercializó en 1962.
El diseño de este modelo de 1962 sirvió para otras colecciones de Schuco.
En 1964 Schuco se interesó por incluir coches clásicos en la serie Micro Racer. El Mercer contaba con piezas de chapa litografiada y un peculiar parabrisas articulado de plástico.
Modelo de 1964.
El sistema de dirección de esta miniatura de 1966 se disimuló elegantemente haciéndolo pasar por el tubo de escape.
Miniatura en plástico de 1967 con interior en chapa litrografiada y puertas practicables.
Modelo en plástico de 1968 con interior en chapa litografiada, alerón regulable y apertura de puertas.
Un enorme modelo en plástico a escala 1/35 que se puso a la venta en 1969 y del que se conoce una versión transparente.
En 1969 apareció este modelo que contaba con apertura de puertas con marco.
El último Micro Racer fue un gran modelo a escala 1/35 realizado en plástico y con puertas practicables de estilo alas de gaviota. Se puso a la venta en 1970, según algunas fuentes 1971, y en la actualidad resulta particularmente difícil de conseguir.
En 1970 se puso a la venta el último modelo de la serie, el Mercedes C111, y a lo largo de los primeros años setenta siguieron vendiéndose los Micro Racer, veinte años después de su aparición, aunque Schuco ya había puesto todo su interés en la Serie 600 de coches a escala 1/43 iniciada en 1972. Todo cambió cuando en 1976 Schuco quebró. Ese mismo año salieron a subasta muchas de las posesiones de la marca, incluyendo moldes y herrajes. La mayoría de los materiales para fabricar los Micro Racer fueron adquiridos por el señor Werner Nutz, antiguo empleado de Schuco, quien tras muchas dificultades pudo volver a producir y comercializar los Micro Racer. La única condición que se le impuso es que el logotipo Schuco desapareciera tanto de las miniaturas como de sus cajas, y así es como se distinguen estos modelos que se vendieron hasta 1988. Nutz fabricó en metal aquellas miniaturas que Schuco había comercializado en plástico.
En la imagen una de las creaciones de Werner Nutz sobre el Ford Fairlane que desarrolló antes de morir en 1988. Fue reeditada en 1997 gracias a la renovación de acuerdos entre Lilliput y la actual casa Schuco.
Muchos de los modelos comercializados durante la era Nutz estaban disponibles en kits para montar.
En 1988 Werner Nutz falleció y su viuda vendió el material a la empresa norteamericana Lilliput Company, de Yerington, Nevada, a la que se le impusieron dos condiciones para fabricar los Micro Racer. Una era que en los bajos debía aparecer inscrita la palabra ‘réplica’ y otra que en las cajas figurase la marca Lilliput. La producción se trasladó a la República Checa (entonces Checoslovaquia) y después a Hungría.
Una de las características más llamativas de las réplicas americanas de Lilliput es la de venir contenidas en elegantes cajas de madera de color rojo.
En 1997 Schuco volvió a establecerse como marca independiente tras conseguir su independencia del grupo Gama-Trix. Schuco negoció con los fabricantes adscritos a Lilliput que los Micro Racer que fabricaban volvieran a llevar el logotipo Schuco en sus cajas para ser distribuidos por la organización alemana. En la fotografía superior podemos ver el texto 'réplica' junto al logotipo de Schuco. Sin embargo, a comienzos de la década de 2000 el acuerdo se rompió debido a diferencias comerciales y la producción se paralizó.
Finalmente Schuco adquirió la mayor parte del material que había perdido en 1976 y los Micro Racer volvieron a incorporarse al catálogo de la marca en forma tanto de variantes sobre modelos ya existentes como de referencias completamente nuevas e inéditas.
La compañía Lilliput todavía mantiene a la venta stock de sus Micro Racer. Pulse sobre la pantalla superior para acceder a su web.
Pulse sobre la pantalla superior para conocer los Micro Racer que Schuco comercializa en la actualidad.
El canal de Youtube de Bergen Pickers analiza cuidadosamente la referencia 1036.
Tras fabricar juguetes desde 1912 y automóviles en chapa a partir de 1935, Schuco se había convertido en el máximo especialista en miniaturas de coches de este tipo y sus patentes eran adquiridas (o plagiadas) por empresas de todo el mundo. El año 1954 es clave porque Schuco se introdujo por primera vez en el mundo de los coches de inyección metálica con el lanzamiento de su serie Micro Racer, una colección de modelos en zamak con un potente motor que los lanzaba a gran velocidad. Su diseño permitía que se pudiera jugar con estas miniaturas sin necesidad de darles cuerda, pues sus ruedas, con neumáticos de caucho, giraban libremente sin interferir con el mecanismo. Contaban con dirección operativa que se manejaba desde una llave situada generalmente en la parte trasera así como una palanca para activar la marcha y se distribuían en preciosas cajas de cartón decoradas que a partir de 1965 pasaron a ser de tipo vitrina. Los Micro Racer, cuya escala osciló entre 1/50 y 1/40, no eran réplicas exactas de los vehículos a los que representaban, sino que su diseño tenía un componente ciertamente caricaturesco, quedando claro desde el principio que Schuco no competiría con los modelos de Märklin o Gama gracias al realismo de sus coches, sino aprovechando sus excelentes cualidades mecánicas. Su calidad, prestaciones y precio mantuvieron a la serie en el candelero hasta 1970.
Una peculiar traducción.
El circuito de competición diseñado para los primeros Micro Racer, que no obtuvo éxito comercial. Tras el 'Micro-Racer Game' referencia 1000 llegó el 'Micro-Racer Rally' referencia 1034.
Algunos de los exitosos Micro Racer fueron fabricados en España por la empresa Geyper a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Geyper había logrado acuerdos para comercializar otros juguetes de Schuco, como el ‘Autoteledinámico’ que era la versión española del modelo 3000, el coche ‘Inokae’ basado en la patente alemana 1001 o los pequeños Piccolo comercializados por Schuco desde 1958.
El primer Micro Racer. Originalmente la serie sólo iba a estar compuesta por coches de competición.
En 1955 se puso a la venta otro modelo Midget claramente diferenciado de la referencia del año anterior.
Se puso a la venta en 1956.
Se puso a la venta en 1958 y fue el primer modelo con topes de goma en los parachoques para evitar, según el fabricante, dañar los muebles.
Representa a un Ford Fairlane modelo de 1958.
En 1958 Schuco creo su excelente Escarabajo que tembién se incorporaría a las series 3000 y Varianto. Su diseño fue actualizado en 1963 con la incorporación de intermitentes delanteros sobre las aletas y otros retoques.
Se puso a la venta a 1959.
En 1960 Schuco retomó el diseño de coches de carreras. Los nuevos modelos ya contaban con parabrisas en plástico.
Se comercializó en 1962.
El diseño de este modelo de 1962 sirvió para otras colecciones de Schuco.
En 1964 Schuco se interesó por incluir coches clásicos en la serie Micro Racer. El Mercer contaba con piezas de chapa litografiada y un peculiar parabrisas articulado de plástico.
Modelo de 1964.
El sistema de dirección de esta miniatura de 1966 se disimuló elegantemente haciéndolo pasar por el tubo de escape.
Miniatura en plástico de 1967 con interior en chapa litrografiada y puertas practicables.
Modelo en plástico de 1968 con interior en chapa litografiada, alerón regulable y apertura de puertas.
Un enorme modelo en plástico a escala 1/35 que se puso a la venta en 1969 y del que se conoce una versión transparente.
En 1969 apareció este modelo que contaba con apertura de puertas con marco.
El último Micro Racer fue un gran modelo a escala 1/35 realizado en plástico y con puertas practicables de estilo alas de gaviota. Se puso a la venta en 1970, según algunas fuentes 1971, y en la actualidad resulta particularmente difícil de conseguir.
En 1970 se puso a la venta el último modelo de la serie, el Mercedes C111, y a lo largo de los primeros años setenta siguieron vendiéndose los Micro Racer, veinte años después de su aparición, aunque Schuco ya había puesto todo su interés en la Serie 600 de coches a escala 1/43 iniciada en 1972. Todo cambió cuando en 1976 Schuco quebró. Ese mismo año salieron a subasta muchas de las posesiones de la marca, incluyendo moldes y herrajes. La mayoría de los materiales para fabricar los Micro Racer fueron adquiridos por el señor Werner Nutz, antiguo empleado de Schuco, quien tras muchas dificultades pudo volver a producir y comercializar los Micro Racer. La única condición que se le impuso es que el logotipo Schuco desapareciera tanto de las miniaturas como de sus cajas, y así es como se distinguen estos modelos que se vendieron hasta 1988. Nutz fabricó en metal aquellas miniaturas que Schuco había comercializado en plástico.
En la imagen una de las creaciones de Werner Nutz sobre el Ford Fairlane que desarrolló antes de morir en 1988. Fue reeditada en 1997 gracias a la renovación de acuerdos entre Lilliput y la actual casa Schuco.
Muchos de los modelos comercializados durante la era Nutz estaban disponibles en kits para montar.
En 1988 Werner Nutz falleció y su viuda vendió el material a la empresa norteamericana Lilliput Company, de Yerington, Nevada, a la que se le impusieron dos condiciones para fabricar los Micro Racer. Una era que en los bajos debía aparecer inscrita la palabra ‘réplica’ y otra que en las cajas figurase la marca Lilliput. La producción se trasladó a la República Checa (entonces Checoslovaquia) y después a Hungría.
Una de las características más llamativas de las réplicas americanas de Lilliput es la de venir contenidas en elegantes cajas de madera de color rojo.
En 1997 Schuco volvió a establecerse como marca independiente tras conseguir su independencia del grupo Gama-Trix. Schuco negoció con los fabricantes adscritos a Lilliput que los Micro Racer que fabricaban volvieran a llevar el logotipo Schuco en sus cajas para ser distribuidos por la organización alemana. En la fotografía superior podemos ver el texto 'réplica' junto al logotipo de Schuco. Sin embargo, a comienzos de la década de 2000 el acuerdo se rompió debido a diferencias comerciales y la producción se paralizó.
Finalmente Schuco adquirió la mayor parte del material que había perdido en 1976 y los Micro Racer volvieron a incorporarse al catálogo de la marca en forma tanto de variantes sobre modelos ya existentes como de referencias completamente nuevas e inéditas.
La compañía Lilliput todavía mantiene a la venta stock de sus Micro Racer. Pulse sobre la pantalla superior para acceder a su web.
Pulse sobre la pantalla superior para conocer los Micro Racer que Schuco comercializa en la actualidad.
El canal de Youtube de Bergen Pickers analiza cuidadosamente la referencia 1036.
