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 La firma Taylor & Barrett fue fundada en Reino Unido en 1920 por Fred G. TAYLOR y su cuñado Alfred R. BARRET, quienes antes de la Primera Guerra Mundial habían realizado moldes para la compañía juguetera Britains. Hacia 1929, Taylor & Barrett se trasladó a una fábrica al norte de Londres mayor que la original y, para entonces, además de sus propias creaciones, consiguió contratos para fabricar juguetes para otras empresas como Charbens. También elaboraba productos para grandes cadenas de distribución como Selfridges. La especialidad de Taylor & Barret fueron las figuras en plomo que servían de complemento a los trenes eléctricos: soldados, personajes civiles, carruajes, fauna salvaje, zoo, surtidores de gasolina, figuras, bomberos…  Resulta irresistible caer en la tentación de mencionar los otros vehículos de Taylor & Barrett, todos ellos ejecutados en plomo y luego primorosamente pintados. Desde los años veinte, su notable colección de hipomóviles se diseñó para formar parte de dioramas ferroviarios. La empresa alemana Märklin comenzó a producir trenes a esta escala O (que oscila holgadamente entre 1/48 y 1/43,5) hacia 1900 y su tremendo éxito fue la causa de que existiera un auténtico universo de complementos para dioramas ferroviarios que también eran ofrecidos por empresas que no producían trenes. Los modelos automovilísticos de la marca Tootsie Toys importados desde Estados Unidos habían tenido tal éxito que el emporio Meccano se animó a comercializar desde abril de 1934 sus famosos Dinky Toys, también hechos de plomo. En Taylor & Barrett reaccionaron rápidamente y entraron a competir en este rentable nicho de mercado. Los resultados fueron excelentes técnica y comercialmente: aunque el resultado final resultaba más tosco comparado con el de los Meccano Dinky Toys, el precio era mucho más asequible en tiempos difíciles. La popularidad de los Taylor & Barret aumentó cuando algunos de sus modelos fueron incluidos en los cofres de miniaturas militares comercializados por la marca Skybirds. Una parte de los modelos creados por Taylor & Barret se constituía de un único chasis que era común a distintas referencias. Este incorporaba el frontal, el capó y los guardabarros de la miniatura que se combinaban con diferentes carrocerías: sedán, cabriolet, furgoneta, grúa, ambulancia… Con el tiempo fueron apareciendo modelos específicos y originales y la serie acabó incluyendo espectaculares camiones de bomberos articulados. La arquitectura de los Taylor & Barrett se basaba en las patentes desarrolladas por la compañía Dowst de Chicago, que con sus Tootsie Toys había marcado la pauta de cómo debía diseñarse un coche moderno en inyección metálica. Dinky Toys en Reino Unido, Charles Domage en Francia y Märklin en Alemania siguieron patrones similares.  Podemos distinguir distintas fases en la evolución de los modelos. Mientras que las primeras unidades contaban con ruedas totalmente metálicas, más tarde montaron llantas en plomo y neumáticos de goma, aunque las ruedas metálicas volvieron cuando el esfuerzo bélico causo una fuerte escasez de caucho. En los primeros modelos el radiador estaba modelado en la carrocería, pero posteriormente pasaron a incorporar piezas independientes de chapa que montaban los frágiles faros y el parachoques. El experto Michel Sordet distingue cuatro tipo de radiadores: redondeado, o ‘tipo Citröen’; cuadrangular, o ‘tipo Rolls’, ‘tipo Singer’ y finalmente ‘tipo Rover’. Algunas referencias pueden encontrarse con diferentes tipos de calandra, según la etapa de su producción. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Normalmente se presentaba en acabados bicolor, con el techo pintado en contraste con el resto del modelo. Con carrocería en plomo de una sola pieza y sin radiador independiente. Se conocen versiones con ruedas metálicas o con neumáticos de caucho. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Sólo se comercializó en acabado bicolor negro-rojo. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Para este modelo en particular se diseñó una parte trasera específica. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Normalmente el techo iba pintado en un color distinto al de la carrocería. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Sólo se distribuyó en color azul oscuro. Para este modelo en particular se diseñó una parte trasera específica. Sólo se comercializó en acabado tricolor crema, rojo y negro. Para este modelo en particular se diseñó una parte trasera específica. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Normalmente el techo iba pintado en un color distinto al de la carrocería. Se trata de la variante más esquiva de cuantas versiones comerciales se hicieron sobre la base de la referencia 110. Para este modelo en particular se diseñó una parte trasera específica. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. El camión cisterna tuvo esta segunda versión con una carrocería de nuevo diseño que incorporaba también el capó y que contaba con el nuevo radiador tipo Rolls Royce que se usó también en los grandes camiones de bomberos. Disponible con radiador modelado y ruedas metálicas y más tarde con calandra en chapa tipo Citröen y neumáticos de goma. Incluía seis figuras en plomo. Los grandes camiones de bomberos de Taylor & Barrett se distribuían en atractivas cajas ilustradas de cartón. Todos ellos contaban con radiador independeinte en chapa tipo Rolls y con neumáticos en caucho. Esta oficina del Departamento de Defensa británico se encargaba de prevenir los incendios provocados por los ataques aereos que no tardaron en convertirse en una realidad en las ciudades británicas. Ciertos modelos de los camiones de bomberos de Taylor & Barrett fueron distribuidos en característico color gris con los guardabarros en negro. Una tremenda miniatura en plomo con escalera extensible que también giraba sobre su eje. Contaba con radiador tipo Rolls y neumáticos de caucho y, según algunos expertos, no tuvo versión en color gris. La escala extensible también se vendía como complemento suelto. Versión en gris de la Home Office Fire Precautions. Disponible con o sin parabrisas y con cuatro figuras en plomo. Se conocen versiones con ruedas metálicas o con neumáticos en caucho. Versión en gris de la Home Office Fire Precautions. Con un atractivo diseño 'streamline', contaba con una escalera en plomo. Versión en gris de la Home Office Fire Precautions. Uno de los numerosos complementos diseñados por Taylor & Barret para sus camiones de bomberos. Fue uno de los sets más atractivos diseñados como complemento para los camiones de bomberos. Sólo se conoce con radiador específico para este modelo y ruedas con neumáticos de caucho. Diseñado específicamente para competir comercialmente con el modelo equivalente de Dinky Toys. Sólo se comercializó con ruedas con neumáticos de caucho. Formidable miniatura con radiador metálico y neumáticos de caucho y siempre dedorada en dos colores. La miniatura más enorme de Taylor & Barret contaba con conductor y revisor. Caja original del trolebús, magníficamente ilustrada. Probablemente fuera el útimo modelo comercializado antes de la destrucción de la fábrica. Contaba con radiador específico para este modelo (que probablemente se inspira en los de la marca Rover) y siempre montó neumáticos de caucho. El catastrófico final de Taylor & Barret se desencadenó en 1940, año en que la fábrica fue arrasada hasta sus cimientos por un bombardeo alemán. Los moldes de los coches, camiones y autobuses quedaron destruidos en su mayoría. Tras el conflicto, los socios de la compañía se separaron y fundaron sus propias empresas, F.G. Taylor & Sons y A. Barrett & Sons Ltd., que iniciaron sus actividades en 1945. En sus duros comienzos basaron su producción en los pocos moldes sobrevivientes de Taylor & Barrett. No obstante, ambas empresas sobrevivieron hasta el inicio de la década de los ochenta, que fue una época funesta para la industria juguetera británica. En los años noventa del siglo XX se produjeron en Reino Unido réplicas de los Taylor & Barret realizadas en metal blanco que incorporaron nuevos diseños, modelos y decoraciones.
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