Gamas43

Bienvenidos a Gamas43, una revisión de algunas de las colecciones clásicas de coches a escala 1/43.
Aunque comenzó su trayectoria en el París de los años veinte como simple imitador de los TootsieToy americanos, en los años treinta se convirtió en proveedor de modelos promocionales para Peugeot y sus miniaturas se convirtieron en las más sofisticadas de Europa.
Al margen de su existencia, poco más se conoce del único modelo atribuido a la empresa Hijos de José Botaya S.L. de Barcelona. A principios de los años cincuenta presentó una miniatura con un original sistema de propulsión... ¿o quizás no era tan original después de todo?
La fabrica ucraniana Vega, propiedad de la empresa Arsenal de Kiev fabricaba componentes ópticos, arpones submarinos y una excelente miniatura a escala 1/43 del camión Zil 169G.
Uno de los modelos soviéticos menos frecuentes en la actualidad es el peculiar único modelo que fabricó un veterano especialista en la producción de juguetes localizado en Astretsovo.
Hacia 1975 la fábrica de equipamiento eléctrico para automóviles y tractores de Moscú, conocida como ATE-1, recibió el encargo gubernamental de producir dos miniaturas a escala 1/43 procedentes de moldes obsoletos de la casa italiana Mebetoys.
Fundada en 1947, Kemlows sigue siendo hoy en día una fábrica especializaba en la inyección metálica ‘die-cast’ dedicada al sector del automóvil. Sin embargo, en sus inicios fabricó juguetes y la serie Automec fue de las más populares que creó.
Brenell Engineering Co Ltd alcanzó fama mundial por sus magnetófonos, pero en sus humildes orígenes también realizó alguna que otra miniatura.
W.Britains, más tarde conocida como Britains LTD, es mayoritariamente conocida por sus modelos a escala 1/32. No obstante, esta pionera de la técnica de inyección ‘hollow casting’ llevó a cabo en los años treinta un par de miniaturas a escala 1/43 sin parangón.
Conozca todos los vericuetos en torno a la compleja historia de los Budgie Toys, una saga repleta de alianzas, fusiones entre empresas, bancarrotas, sabotajes y traición que sirve para mostrar el complejo entramado de la industria juguetera británica.
La exitosa empresa juguetera española puso a la venta que se sepa dos miniaturas a escala 1/43 que hoy son extraordinarias rarezas.
Una de las colecciones claves del siglo XX fue la creada por el genial Charles Domage en París en los años veinte y que resultó de una modernidad apabullante gracias a técnicas punteras de inyección metálica, ingeniosos diseños modulares y sistemas de distribución basados en la idea de las miniaturas como artículo promocional para las marcas automovilísticas.
La colección Micro Pet de la empresa Taiseiya sólo se comercializó durante dos años. Sus responsables advirtieron que su nombre se parecía demasiado al de Model Pet de la competencia, Asahi, y diseñaron una nueva y lujosa serie basada en planteamientos nuevos.
1968 fue una año clave en la historia de las miniaturas españolas por la llegada prácticamente simultánea de varias colecciones a escala 1/43: Autopilen, Joal Series 100 y 200, Dinky Toys Poch, Dalia Tekno y la fascinante Chiqui Cars de Nacoral que aquí presentamos.
En 1949 C.I.J. comenzó con la producción de miniaturas en zamac en el ámbito de una colección absolutamente irrepetible.
A lo largo de los años cincuenta C.I.J. instaló motores de cuerda en algunas de sus miniaturas, aunque aquellos modelos no tuvieron mucho éxito.
A los largo de la década de los años cincuenta C.I.J. comercializó interesantes modelos agrícolas en una escala aproximada 1/30.
En los años sesenta C.I.J. cambió de propietario y se empezó a utilizar la marca Europarc a fin de seducir al concurrido mercado europeo. Las miniaturas ganaron en variedad y prestacianes.
La única miniatura compatible con la escala 1/43 fabricada por esta empresa de Ibi, más tarde conocida como Clim, fue un espectacular autocar basado en el Delfino D’Oro, el famoso prototipo de autobús gestado en Italia por la compañía Viberti.
Don Rix fue un modelista contratado por Lesney Products que en 1949 decidió abandonar la empresa para desarrollar su propio proyecto industrial. Sin embargo, la guerra de Corea acabó con su sueño.
Derivada de la antigua marca Gescha, la marca alemana Conrad es hoy en día uno de los referentes europeos en la producción de vehículos pesados a escala 1/50. Sin embargo, en los años ochenta, tras el colapso de Schuco, fue la encargada de llevar a cabo miniaturas promocionales a escala a 1/43 para la empresa Volkswagen.
La fábrica Convert de Oyonnax, fundada en 1830, acabó por especializarse en la inyección de plástico. Aunque su mejor negocio fue la fabricación de muñecas, realizó dos miniaturas automovilísticas con utilidad promocional.
El mercado británico era muy activo en los años cincuenta, pero la alta demanda de juguetes permitió prosperar a multitud de fabricantes que trataron en vano de competir con Dinky Toys. Todo cambió cuando Mettoy Playcraft Ltd. entró en la partida con sus Corgi Toys.
La fundición Dalia de Barcelona mantuvo desde los años treinta del siglo pasado estrechas relaciones con la marca francesa Solido. Los codiciados Dalia Solido fueron la traslación a España de la Serie 100 francesa y trajeron a la España de los sesenta los adelantos técnicos europeos.
La Fundición Dalia colaboró con la francesa Solido, que a su vez tenía una estrecha relación con la danesa Tekno. En los últimos años de la producción de juguetes de Dalia, doce modelos de Tekno se incorporaron a su catálogo.
El empresario parisino Charles Domage dejó de producir coches en plomo en torno a 1934 debido a las enormes dificultades que planteaba el mercado. Su nueva marca, Domage & Compagnie, se especializó en figuras y soldados de plomo o material compuesto, pero no tardaron en aparecer automóviles de formidable encanto.
Los míticos Dinky Toys producidos en Reino Unido por Meccano empezaron a comercializarse en los años treinta. Tal fue la extensión de su catálogo en aquella década que para abarcarlo son necesarias tres secciones.
En esta sección encontrará un resumen de la totalidad de variantes comercializadas por Dinky Toys durante los años treinta: la dos primeras series 28 en plomo, las tres series nuevas series 28 en zamac que las sustituyeron desde 1935, la serie 280 de modelos promocionales y, finalmente, la última serie 28 de 1939 cuyo diseño fue utilizado hasta 1957.
La segunda mitad de la década de los años treinta se caracterizó por un fuerte incremento en el número del número de modelos militares disponibles. Las grandes series de turismos de esta etapa se caracterizaron por su impresionante diseño.
‘Hornby Modelled Miniatures’ fue la línea de complementos para los trenes a escala ‘O’ englobados en la marca Hornby Trains de la gran empresa británica Meccano. En 1933, la Serie 22 reprodujo por primera vez automóviles que al año siguiente se incluyeron en la colección Dinky Toys. La producción se inició en Francia casi de inmediato.
Las penurias de la Segunda Guerra Mundial resultaron devastadoras para la industria juguetera francesa y fueron muchas las marcas que no pudieron levantar cabeza. Meccano siguió fabricando en Francia los Dinky Toys anteriores al conflicto y sólo a partir de 1946 fue capaz de crear nuevas miniaturas.
A principios de los años sesenta, Meccano exploró en Francia el mercado de las miniaturas baratas lanzando su Serie Junior de modelos simplificados. No obtuvo mucho éxito.
El Apartheid, la política segregacionista que sumió a Sudáfrica en la barbarie, tuvo como consecuencia la salida de ese país de la Commonwealth. Como consecuencia cesó la importación de los Dinky Toys europeos y no hubo más remedio que fabricarlos allí.
En 1964 el grupo Lines Bros Ltd. se hizo con el control de Mecanno y anuló su propia serie Spot-On para darle prioridad a los Dinky Toys. Los modelos con los que estaba previsto que Spot-On desembarcara en Estados Unidos se incorporaron en 1965 a la colección Dinky Toys y su producción se trasladó a Hong Kong.
Existen Dinky Toys fabricados en Hong Kong, Sudáfrica o España, pero son los fabricados en Chile los más escasos, raros y cotizados, y es muy poco lo que se sabe sobre ellos.
Novedades Poch fue una empresa española que montó y distribuyo algunos modelos de Dinky Toys en España durante un breve periodo.
Dinky Toys Francia cerró su factoría de Bobigny en 1972 y deslocalizó su producción cediéndola a la empresa española Pilen a partir de 1974.
La empresa de San Petersburgo se especializó en la fabricación de un excelente RAF 977 y tres versiones basadas en el veterano GAZ-AA.
A comienzos de los años treinta del siglo XX causaron furor en Reino Unidos las miniaturas Tootsietoy importadas desde Estados Unidos, así como los modelos producidos por la británica Meccano bajo la marca Dinky Toys. Habiéndose abierto una nueva línea de negocio, algunos pequeños fabricantes intentaron acceder al nuevo mercado, con poco éxito.
El éxito de los coches en miniatura fue espectacular en Italia en los años sesenta. En 1966 apareció la marca Edil Toys con el propósito de rizar el rizo.
Durante casi veinte años la fábrica de componentes eléctricos Electropribor de Ucrania llevó a cabo excelentes miniaturas basadas en un único modelo de la marca Zil que se produjo en cinco variantes y se comercializó en cantidades masivas.
Jouets Monneret, curtido fabricante francés, realizó con su marca Eria una pequeña serie de miniaturas a la inusual escala 1/50 que se distribuyó en las superficies comerciales Prisunic y Monoprix bajo la marca blanca Punch.
Un misterioso fabricante danés del que sólo se conoce una única miniatura anterior a la Segunda Guerra Mundial.
A comienzos de los años setenta del siglo pasado se impuso en la Unión Soviética la producción masiva de coches a la escala 1/43. Las italianas Politoys y Mebetoys aprovecharon para colocar sus moldes obsoletos. Buena parte de ellos llegaron a Ucrania.
A pesar de la formidable producción de miniaturas de la Unión Soviética, la demanda interna no pudo ser cubierta por los fabricantes locales de la región de Saratov. Novoexport encontró una solución para incrementar la producción gracias a moldes italianos en desuso.
Fue una efímera marca francesa que lanzó en 1969 una excelente miniatura de un famoso competidor en Indianápolis. A pesar del éxito del modelo, este fue el único que comercializó.
La empresa Castle Art Product Ltd fue fundada en 1946 en Birmingham y casi de inmediato puso a la venta una pequeña colección de modelos de competición que, aunque resultó del agrado del público, no permaneció mucho tiempo a la venta.
En 1962, bajo el paraguas del grupo industrial Habonin, se iniciaron las actividades de Gamda. Sus primeros modelos tuvieron su origen en moldes obsoletos de empresas británicas.
Las marcas belgas Gasquy y Sep-Toy lanzaron una de las primeras series europeas que pudieron comercializarse tras los estragos de la Segunda Guerra Mundial y sus modelos rebosan rareza y exotismo.
El gran fabricante francés de juguetes, famoso por sus coches teledirigidos a escala 1/20, probó suerte en 1956 lanzando al mercado unas peculiares miniaturas a la escala 1/43.
La gran empresa alemana Lehmann, especializada en juguetes de chapa, decidió realizar sus propios modelos a escala 1/43 para competir con los famosos Märklin. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, la fábrica quedó en manos soviéticas.
El lanzamiento de la serie Dinky Toys en 1933, inspirada a su vez en las miniaturas americanas de Tootsietoy, estimuló a modestos fabricantes británicos a llevar a cabo modelos automovilísticos. Los de Goody Toys son particularmente raros hoy en día.
Crescent Toys fue fundada en Londres en 1922, conoció el éxito y sobrevivió a la guerra. En 1956 inició una serie de coches de carreras que destacaron por la exactitud de sus diseños.
A finales de los años treinta del siglo XX se confirmó la toxicidad de los juguetes realizados en plomo. Jouets Gulliver comercializó en 1937 su serie de modelos en aluminio como alternativa indestructible.
Mercury copó el mercado italiano de las miniaturas durante la década de los años cincuenta del siglo pasado. Pero en 1959 una empresa de Milán trató de competir con sus productos… sin éxito.
Hacia 1970 la empresa Motor Ibérica encargó a la fundición Industrias del Mediterraneo una única y formidable miniatura promocional que en la actualidad es una rareza extraordinaria.
La veterana marca italiana de juguetes lanzó dos series en los años sesenta cuyos modelos eran compatibles con la escala 1/43.
Entre 1957 y 1958 la fábrica de juguetes de Enrique Keller en Zarautz llevó a cabo una serie de seis coches a escala 1/43 que se basaban en miniaturas francesas de distintas marcas.
La Guerra de Corea empujó al gobierno británico a requisar las existencias de zinc con propósitos militares y, al ser este material el principal componente del zamak del que se hacen las miniaturas de coches, se paralizó la producción de estas. Llegó el momento de reciclar.
El SEAT 1400 B a la escala 1/34 producido en Barcelona en 1956 por la fundición Metamol bajo la marca Jadali se acabó convirtiendo en una de las miniaturas españolas más buscadas por los coleccionistas de todo el mundo.
Merced a un extraño acuerdo comercial, varios modelos de la marca holandesa Lion-Toys fueron fabricados en España por la efímera marca Jefe.
Una de las pequeñas fábricas de juguetes de la región francesa del valle del Jura puso a la venta en los años cuarenta una modesta miniatura en baquelita. Nadie sabía que con el tiempo se convertiría en uno de los mayores productores de Francia.
Johillco fue fundada en 1898 por un antiguo empleado de W. Britains. Sus figuras de plomo de todas clases pronto se hicieron populares por sus precios asequibles. A principios de los años treinta llegó el momento de fabricar miniaturas de automóviles.
En 1937 un refugiado judío que había trabajado en la empresa alemana Wiking fundó en Gales la compañía Tremo. Su serie Jolly Roger de juguetes de metal incluyó dos miniaturas basadas en creaciones de la empresa belga Gasquy.
El gran fabricante francés de trenes eléctricos puso a la venta en 1955 la que sería su única miniatura a escala 1/43 en décadas, hasta que en los años noventa apareció la serie JouefEvolution.
André Citroën comprendió el valor de las miniaturas como artículos promocionales en 1922. A partir de 1927 su catálogo incorporó numerosas miniaturas a escala aproximada 1/43 de cuya producción se hizo cargo C.I.J. desde 1932 hasta la quiebra de Citroën en 1934.
En 1935 un trabajador de la Compagnie Industrielle du Jouet (C.I.J.) abandonó la empresa, que para entonces acababa de dejar de trabajar para Citroën. Jean Rabier se asoció con el capitalista Mr. Donnot para fundar una nueva empresa, la J.R.D., que asumiría la producción de los Jouets Citroën.
En 1934 los problemas económicos de André Citroën eran ya insalvables y C.I.J. no tuvo más remedio que abandonar la producción de los Jouets Citroën. En 1935 consiguió un contrato con la competencia y así es como nacieron los Jouets Renault.
J.R.D. nació como una escisión de C.I.J. y en 1936 asumió la producción de los Jouets Citroën. Sin embargo, en su catálogo aparecieron otras miniaturas compatibles con la escala 1/43 que no tenían que ver con las que se estaban produciendo para Citröen.
La poderosa empresa de juguetes irrumpió con fuerza en los años cincuenta en el negocio de los modelos a escala de metal inyectado, dejando tras su desaparición un legado de miniaturas irrepetibles.
La empresa J.R.D. fue fundada en 1935 por un trabajador de C.I.J. y cerró sus puertas en 1963. Paradójicamente, al año siguiente C.I.J. se quedó con algunos herrajes de J.R.D. y durante dos años realizó sus propias versiones. 1965 fue el último año en que C.I.J. fabricó juguetes.
En Europa no se tiene demasiado en cuenta la inmensa industria que se desarrolló en Estados Unidos a principios del siglo XX alrededor de los juguetes en hierro fundido. Kenton, la gran fábrica de Ohio, fue uno de sus representantes más exitosos.
La compañía Lesney obtuvo ingresos multimillonarios gracias a sus pequeños Matchbox de fama mundial. Ya que disponía de financiación, en 1960 puso a la venta su vistosa serie King Size de modelos más grandes para competir con Dinky, Corgi o Budgie.
La fábrica de bisagras Prämeta inició en 1948 la distribución de las miniaturas fabricadas en su filial Kölner y conocidas como Kölner Automodelle. Durante diez años sus modelos a escala 1/35 fueron de los más sofisticados de Europa.
Los planes soviéticos para saturar el mercado interno con miniaturas a escala 1/43 llevaron a que se impusieran cuotas de producción a fábricas de muy distinta índole. Tal fue el caso de dos plantas electromecánicas que produjeron el mismo modelo en diferentes periodos.
Los soviéticos concibieron Krugozor como la fábrica de juguetes más grande del mundo con capacidad para llevar a cabo multitud de procesos industriales en sus once pisos, pero no fueron capaces de desarrollar sus propios coches en miniatura y terminaron por copiar los italianos.
Lemeco fue un modesto fabricante sueco de juguetes que durante un breve periodo de tiempo comercializó modelos en zamak directamente copiados de las miniaturas británicas de Dinky Toys.
Lenyko fue fundada en Gotemburgo en 1958 y más tarde cambió su nombre a Geno Toys. Su único modelo se produjo hasta 1963 cuando la fábrica fue devorada por las llamas.